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Los cubanos de “Doña Dilia” en Venezuela


En la Urbanización Prados del Este, Municipio Baruta, en Caracas, se encuentra la Quinta “Doña Dilia". En el sitio actualmente funciona la Embajada de Nicaragua en Venezuela. Sin embargo, dicha propiedad tiene un simbolismo histórico para los cubanos. Pues se trata del punto de partida de muchos inmigrantes en tierra venezolana. Para ese tiempo la presidencia del país sudamericano estaba en manos del Dr. Luis Herrera Campíns.

Silvia Meso Llada, una activista cubana procedente de Ciego de Ávila se encontraba viviendo en Caracas. Ella, junto a otros cubanos radicados en Venezuela, comenzaron a hacer gestiones para facilitar la salida de los cubanos de la isla. En 1978 llegó el primer vuelo. Entre ellos, su hermano y abogado Joaquin (Bikín) Meso. El avión fue enviado por el presidente Pérez.

Posteriormente se fundó la Unión de Expresos Políticos Cubanos. En la directiva de la organización se encontraban García Moure, Gabriel Custodio y Bikín Meso. Ellos conjuntamente con un grupo de cubanos establecidos en el país y, con el apoyo de Monseñor Eduardo Boza Masvidal, alquilaron la Quinta “Doña Dilia". La cual se convirtió en un albergue temporal para los recién llegados.

Las gestiones y contactos con las autoridades no se detuvieron con el nuevo gobierno. El Ministro del Interior en ese momento, Rafael “Pepi” Montes de Oca, autorizó las listas presentadas y los cubanos obtuvieron sus visas. Yo, que había tenido una relación muy cercana con Bikín, Gabriel y su hermano Guillermo en presidio, tuve la oportunidad de integrar el primer grupo.

Llegué a Venezuela en 1979. Prácticamente convertido en un no-ciudadano. No obstante, desde el primer día recibí la solidaridad de mis viejos compañeros. Estuve en “Doña Dilia” (dos semanas) hasta que me consiguieron trabajo. En el albergue entregaban los útiles necesarios para comenzar. Tenía un almacén de ropas donadas, zapatos, productos de aseo personal y demás.

Más de 10,000 cubanos obtuvieron su visa con este procedimiento. De ahí el eterno agradecimiento a Venezuela y a aquellos cubanos que generosamente nos ayudaron a comenzar. Porque no sólo gestionaban el visado, sino que también poseían los contactos necesarios para conseguir trabajos. Solamente la Pepsi Cola empleó a más de mil cubanos por todo el país.

Cuando finalizó la contingencia se le hizo un merecido homenaje a “Pepi” Montes de Oca, extensivo al Dr. Luis Herrera Campíns. Era imposible pasar por alto la ayuda. Como tampoco hemos podido olvidar a aquel pueblo que con tanto afecto y buena voluntad nos recibió en todos los rincones del país. Desde Rubio hasta Caracas. Desde La Guaira hasta Ciudad Bolívar. Siendo así las cosas ¿Como no recordar a “Doña Dilia”?

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